Soy un artista y diseñador de Costa Rica, que desde temprana edad me he dedicado apasionadamente al arte plástico y el diseño creativo. Unido a ello, mi afición por la música, filosofía y teología, han sido fundamentales en mi desarrollo personal y profesional.
Diana Isabel Chavarría Morales
Soy una desarrolladora web creativa de Costa Rica, mi pasión es darle vida a la interfaz de usuario a través de interacciones y animaciones. Soy aventurera, artifice, aficionada al estudio y aprendizaje constante atravez de los libros.
Josue David Vargas Barquero
Soy un diseñador creativo con enfoque en interfaces web, animaciones y diseño interactivo de Costa Rica. Defino el diseño visual de un proyecto, desde el inicio hasta que termine y se le entregue al cliente. Ocurrente, amante de Dios, aficionado a la lectura y me considero un hábil gamer.
Revista: Teleuropa. Mensile Dicultura – Arte Attualita’. Anno XVIII_ Nº7-8. Luglio-Agosto 1979.
Domingo Ramos, es a mi juicio, uno de esos escultores que desea hacer sentir, en una única voz, la expresividad pura y fascinante de las formas y el mito de la vida.
Estamos lejos de las reproducciones de las obras “estilo griego”, pero hay en los mármoles de Domingo Ramos una continuidad ideal con aquellas, fruto evidente de un atento y continuo estudio, traducido en lenguaje moderno y muy personal.
Las figuras esculpidas por Domingo Ramos no pierden jamás su humanidad interior y un poético silencio meditativo que demuestra haber entendido que no existe arte sin misterio, como no existe arte sin poesía. Es un proceso de sublimación. Podría ser definido “El poeta del Mármol”, Domingo Ramos, capaz de adivinar y poner en evidencia las posibles metamorfosis de esta piedra noble, preferida por los grandes maestros de todos los tiempos.
Domingo Ramos, de hecho, se apoya en sus colores y venas para darle a la materia un palpito vital, o si se prefiere, un alma. Así nacen sus figuras estilizadas, claramente modernas… ideas de una vibrante contemporaneidad.
Una consideración no última de trazar, observando las obras de Domingo Ramos, es que son un arte mayéutico, es decir, que ayuda a comprender la belleza oculta inherente en la naturaleza.
Ramos no cae en la retórica de la objetividad ni en los artificios de su oficio. Ramos, aunque muy joven, tiene mucha maestría, y en sus obras siempre se revela un Artista que es capaz de esculpir y dar vida al mármol y no de simplemente moldearlo.