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LLAMA y CENIZAS
PARA NO OLVIDAR
Diseñador Juan Pablo

Juan Pablo Hernández

Soy un artista y diseñador de Costa Rica, que desde temprana edad me he dedicado apasionadamente al arte plástico y el diseño creativo. Unido a ello, mi afición por la música, filosofía y teología, han sido fundamentales en mi desarrollo personal y profesional.

Desarrolladora Diana Chavarría

Diana Isabel Chavarría Morales

Soy una desarrolladora web creativa de Costa Rica, mi pasión es darle vida a la interfaz de usuario a través de interacciones y animaciones. Soy aventurera, artifice, aficionada al estudio y aprendizaje constante atravez de los libros.

Diseñador Josue Vargas

Josue David Vargas Barquero

Soy un diseñador creativo con enfoque en interfaces web, animaciones y diseño interactivo de Costa Rica. Defino el diseño visual de un proyecto, desde el inicio hasta que termine y se le entregue al cliente. Ocurrente, amante de Dios, aficionado a la lectura y me considero un hábil gamer.

Domingo Ramos Araya. © Todos los derechos reservados

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Catálogo (28 julio - 11 agosto 2005)

Catálogo Esculturas Domingo Ramos

Galería Grau
Centro Comercial de Guadalupe, San José, C.R.

LA ESCULTURA

La Escultura es una metáfora vertida en el vaso de la forma tridimensional… El artista es un poeta trovador que canta y comunica su visión y sentir plasmados en la carne de un material que olvida su primigenia condición, para encarnar valores virginales y recónditos… El material sensibilizado por la mano ardiente del ardido creador, hace brotar la obra preñada de voces comunicadoras que surcan el espacio en busca del espectador con quien dialogan a voces desde la esencialidad de su silencio. Es puente trascendental por donde el yo encuentra y se funde con el tú, y éste, sin perder su condición unitaria trasciende al yo.

Las formas se imbrican y escalan los muros del tiempo como hiedra perenne. Son la simbología particular del creador que sugiere, incita y dice sin decir lo que sin decir se dice. Buscan el oído atento y la pupila exigente, apelan a la sed de los lectores de quienes demandan objetividad y responsabilidad.

La escultura nace y queda ahí como un surtidor iridiscente. Pregona su poesía como el árbol entre la niebla, sin la mortal palabra o la gratitud del balbuceo estéril. Regala su melodía como el viento. Como la fuente serena refleja la áurea interioridad del autor; testigo del sereno moler de los molinos del tiempo que moliendo se muelen y se demuelen para recomponerse hasta el infinito.